Puede consultar las normas y reglamentos de otras jurisdicciones.
Las empresas Fintech dedicadas a servicios financieros en Australia deben tener una AFSL o estar exentas del requisito de licencia. La Ley de Sociedades de 2001 (Cth) (Ley de Sociedades), administrada por ASIC, define un servicio financiero como la prestación de asesoramiento sobre productos financieros, la negociación de productos financieros (ya sea como principal o agente), la creación de un mercado para productos financieros, el uso de esquemas registrados, prestación de servicios de custodia o custodia y gestión de un servicio de crowdfunding. Un producto financiero es un medio por el cual o mediante la adquisición del cual una persona realiza una inversión financiera, gestiona el riesgo financiero o realiza un pago no monetario (NCP).1
Estas definiciones son amplias y cubren ofertas generales de fintech, como la aceptación de depósitos, la gestión de inversiones o activos, los servicios de pago (como monederos digitales), el negocio de asesoramiento (incluido el robo-asesoramiento), las plataformas comerciales, las plataformas de crowdfunding y los mercados entre pares. . El asesoramiento sobre productos financieros también requerirá AFSL (incluida la prestación de asesoramiento digital automatizado cuando se pueda considerar razonablemente que tiene la intención de influir en las decisiones de un cliente con respecto a los productos o servicios financieros).1
Los planes de inversión colectiva en Australia se conocen como planes de inversión gestionados que pueden ser planes basados en contratos, estructuras no incorporadas (generalmente estructuradas como fondos mutuos o sociedades limitadas no incorporadas) o entidades corporativas (que están registradas y generalmente estructuradas como compañías o sociedades limitadas registradas). ).1
Dependiendo de la estructura, una plataforma o esquema operado por una empresa fintech puede estar sujeto a los servicios financieros australianos, ALD/CTF y las regulaciones de protección al consumidor.1
Australia tiene un régimen de financiación colectiva (CSF) que permite a las empresas recaudar fondos de grandes grupos de inversores utilizando plataformas CSF con licencia en lugar de cotizar en una bolsa de valores. Si bien el régimen reduce las barreras regulatorias para invertir en empresas pequeñas y de nueva creación, también incluye ciertas obligaciones de concesión de licencias y divulgación para los intermediarios de CSF (es decir, aquellos que publican ofertas de CSF).1
No existe un marco regulatorio específico aplicable a los prestamistas colectivos. El gobierno ha manifestado previamente su intención de consultar sobre la expansión del régimen CSF existente al financiamiento de la deuda; sin embargo, esto no ha sucedido en el momento de escribir este artículo.1